viernes, 22 de septiembre de 2017

Las consecuencias de no saber decir no


Nueva vida. Algarrobo recién nacido en nuestro vivero


Seis  años plantando y cuidando árboles en la Vía Verde de La Maquinilla dan para mucho, pero sobre todo para saber qué especies arbóreas se adaptan mejor y cuáles apenas sobreviven  a un verano guadiateño. A menudo hemos publicado información en este blog sobre las enorme capacidad de supervivencia de algunos árboles, especialmente las casuarinas, los pinos en todas sus variedades y las encinas en el agreste suelo del antiguo trazado ferroviario.

Así se lo hemos hecho saber a nuestras administraciones locales, a las cuales tenemos que agradecerles su confianza, solicitando  con diligencia al vivero de Diputación de Córdoba aquello que recomendábamos plantar.
Sin embargo,   cualquier ente  o ciudadano que se acerca a una administración superior sabe que   solicitar no siempre significa  ser  escuchado  o que ésta entienda  lo que se solicita. Esta circunstancia se va  agravando cuanto más lejana se encuentra aquélla de una realidad concreta.  Así es como, temporada tras temporada,  decenas de árboles  del vivero provincial   se envían a una muerte segura  a la Vía Verde de La Maquinilla (en las 4 restantes de la provincia ocurre lo mismo)  por una pura una cuestión de no saber decir que no disponen de los árboles requeridos. Ese comportamiento irresponsable no sólo  genera un despilfarro enorme  de medios sino que es acto de crueldad, con el agravante de que se realiza conscientemente o por dejadez consciente. Fruto de estas incompetencia e nuestra pequeña y coqueta infraestructura han perecido  decenas  de especies tan delicadas como olmos, arces, sauces o álamos, además de otros tipos de ejemplares  que bien debieran estar junto a la ribera de un río o un arroyo.
El vivero de Diputación de Córdoba debería velar por repartir calidad árboles
en lugar de cantidad  cuando se trata de satisfacer las necesidades de nuestros Ayuntamientos

Con el objetivo  de poner fin a estos atentados medioambientales  legales nuestro colectivo ha optado  por  crear su propio  vivero  aquellas especies autóctonas que han demostrado  una gran capacidad de aclimatación a los suelos mineros de la  Vía Verde, especies tales como el algarrobo y que como puede apreciarse en las fotografías, están creciendo a buen ritmo.

Está previsto que los nuevos ejemplares, que se acercan a la centena,  sean replantados en el  otoño de 2018, cuando alcancen un tamaño suficiente. La creación de nuestro propio vivero no implica la autosuficiencia arborícola, pero si rechazar aquellos ejemplares de especies que no sean  aptas para la Vía Verde y, por tanto, darles una verdadera oportunidad en otros lugares de la geografía cordobesa.

Todo sea por reducir la elevada mortalidad de árboles en la Vía Verde de La Maquinilla, corregir negligencias y  por hacer más sostenibles económicamente nuestras administraciones. Y si persisten estas conductas tan negativas, que no se ejecute, al menos, no en nuestro nombre.


el único ejemplar  de sauce llorón que ha sobrevivido 
 a la dureza de la vía verde, de las varias decenas que se han plantado

Una apuesta segura.
Algarrobo en la Vía Verde de La Maquinilla






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