miércoles, 23 de marzo de 2016

CINQUANTENAIRE


Tal vez uno de los motivos por  los que nuestra cuenca minera es sistemáticamente ignorada o minimizada sea por el grave déficit de publicaciones que hacen referencia a ella, y las pocas que hay, con una distribución muy deficiente en algunas ocasiones.
Pongamos un ejemplo: Aunque las compañías de Riotinto y Peñarroya, la una inglesa y la otra francesa, son hasta cierto punto comparables en funcionamiento e importancia, hay un tremendo desfase entre la bibliografía referida a una y otra. Hay muchísimas publicaciones sobre Riotinto y casi nada sobre Peñarroya.
Instituciones como la Fundación Riotinto, Universidad de Huelva, Diputación provincial, etc., se vuelcan con cualquier libro que se publique y que se refiere a las minas onubenses.
En nuestro caso, nadie hace caso. La Fundación Cuenca Minera, por mucho que se afana en ello, no cuenta con los medios suficientes. Universidad, Diputación y otras entidades están a otras cosas. Así podemos encontrarnos casos como el del trabajo de José Manuel Cano Sanchiz, “La Explotación Inglesa de las Minas de Cerro Muriano”, que se ha publicado en Inglaterra, pero que por aquí no ha encontrado quien lo financie.
 
Uno de los objetivos que nos marcamos desde La Maquinilla era el de dar a conocer nuestro patrimonio y creemos que esto no solo ha de hacerse a través de un blog, sino también y, con toda la modestia que podemos, publicando algunas cosas.
Y a eso vamos. Para este año estamos preparando dos publicaciones, y la primera de ellas es inminente: “Cinquentenaire – SMMP 1881-1931”. Seguro que hay quien ya lo conoce.
En 1931, con ocasión de su cincuenta aniversario, la SMMP publicó este pequeño libro de apenas 20 páginas, en el que, como si se tratara de un cuento para niños, narraba en cortos relatos su origen, su actividad y cómo eran los lugares en los que estaban ubicadas sus minas y fábricas: Peñarroya-Pueblonuevo, Belmez y La Mancha.
El libro estaba escrito en francés y solo se imprimieron cien ejemplares para repartirlos entre los directivos, ingenieros y altos cargos de la compañía. Hoy día no se encuentra ni en la Biblioteca Nacional de España ni en la de Francia, aunque hemos conseguido una copia del mismo, que es la que queremos publicar, con el añadido de una traducción al español que hemos pretendido lo más fiel posible a la idea original.
Fue escrito por Armand Malye, ingeniero director de las minas de Peñarroya, nacido en  Clermont-L'Hérault, en 1867, y fallecido en 1942, a los 75 años. Se casó en 1897 con la también francesa Marie conmunal, con la que tuvo cinco hijos, al menos uno de los cuales, Maurice, nació en Peñarroya. Era cuñado de Louis Drogoz, también director de la SMMP.
 

Aunque por su brevedad, el libro no profundiza mucho en cómo era la sociedad de los comienzos de la SMMP, en algunos de los relatos sí que pone énfasis en el cambio que hubo en pocos años de una sociedad agrícola a una sociedad industrial, de unos paisajes idílicos a edificios grises y altas chimeneas, del olor a tomillo a los humos de las fábricas… 
Consideramos que se trata de un relato entrañable de cómo eran las cosas y cómo nos veían desde fuera: Los pastores, el alcalde, el guardia civil, las mujeres que iban a la fuente con sus cántaros, etc., y también cómo surgieron nuevas poblaciones y barrios obreros alrededor de las minas. Sin olvidarse de la leyenda de “Terrible” y de las recuas de asnos que transportaban el mineral antes de que hubiera ferrocarriles.

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